424 Me declaro team Ross.13.3K —Intentaré no tomarme eso como un insulto a mis habilidades como conductor —me dijo.22 —Sorprendentemente, conduces bastante bien para lo rápido que vas —admití.46 —Tengo buenos reflejos.56 —¿ Me incorporé cuando vi que se ponía de pie, yendo hacia la puerta.48 —¿ Se giró hacia mí, y sus ojos eran de un furioso tono de azul eléctrico-. Salen de casa, cierran con llave y van hacia el ascensor. Pero no le sale tan bien como antes. Finge ser buena e ingenua y contesta como la más santa de las mujeres. Mizune y Eruka intentan matarla por poner en peligro todas las brujas, por estar infiltrada en Shibusen. Justo en el momento en que Ross y Mike se peleaban por hacerse sitio en el sofá, vi que, por las escaleras de caracol que había a unos metros, bajaba un hombre de mediana edad. —Papá —lo saludó Mike con una sonrisa. —me burlo. —Lo siento, pero Hollis arruinó eso para todos —responde Hunter en tono seco.
—Lo tienes —me dijo ella, sonriendo. —Debería advertirte que mi madre es más pesada incluso que Naya cuando quiere algo —me dijo—. —Mi madre nos ha invitado a cenar. Por algún motivo, decírselo a él parecía que desmerecía sus trabajos.52 —Mi madre es enfermera y mi padre era conductor de camión —le dije. No estaba segura de por qué, pero me sentía avergonzada.168 —Mi padre cobra también una pensión por su lesión —le dije—. El sombrero típico de la época fue una gorra de terciopelo oscuro, decorada con encaje de hilos de oro y plata, herretes y plumas de colores. Muchos metros más abajo, el río tranquilo y oscuro, el agua negra pintada por la noche, las orillas llenas de matorrales. Estaba enfadada con él, como si tuviera la culpa de todo.1.1K Sin embargo, cuando me llamó casi por la noche, mientras estaba en el campus, decidí responder para no hacer las cosas peores.9 —¿ Son cosas de chicos. Estas cosas suenan bien en tus libros estúpido. Detrás de ellos va un tipo con el pelo largo pero bien peinado.
También pasamos de largo de ahí hasta llegar al comedor, donde había una mesa de cristal redonda con platos y cubiertos puestos. Deslizo la punta de mis dedos hasta su abertura y la encuentro imposiblemente mojada. —Sí, eso se te da bien —murmuró Ross sin mirarlo.462 Mike fingió no haberlo oído.16 —Tengo nuevo material —me dijo Mike con una sonrisa malvada—. No supe muy bien cómo interpretar su expresión. No hace ruido al pasar por el salón, me guarda comida y me pregunta cómo estoy. Por alguna razón, eso no me hacía mucha gracia, pero entonces comenzó a quitar las tapas y me enamoré… me enamoré de toda la comida gloriosa y maravillosa que tenía delante. Y seguro que a Jennifer le gustan las sugerencias. —¿Seguro que no has hecho nada? —Bueno, he hecho risotto de fresas. —¡No he hecho nada! —¡Pues no lo he hecho, así que enhorabuena, has estado portándote como un acosador durante dos días por nada! Sonrió distraídamente, justo como lo había hecho el día anterior.106 —Hola, queridos —dijo alegremente—.
Sin embargo, me parece un día especial. Salió de su casa e inmediatamente se subió sobre el monopatín tratando de impulsarse cada vez más. La pequeña cristalera se asoma a una terraza de apenas un metro y medio, pero con una vista magnífica, prácticamente sobre todos los tejados de Roma. Aproveché el momento para no mirar a Ross, sino a su hermano, que acababa de entrar con una enorme sonrisa.68 —Hola a todos —exclamó Mike—. Sabía lo que quería garantizar, si estaba bien, no físicamente, sino emocionalmente. Lo que no ¿ Quería que volviera a besarme. —Esos son muchos hermanos —Mary me sonrió, supervigo y vi que justo después miraba a su marido como si quisiera que se callara. Odiaría trabajar incluso en el mismo edificio que alguien como Ed Mulder. Al instante, me sorprendió ver el enorme parecido que tenía con sus dos hijos.1.2K Mike y Ross se parecían mucho —aunque a ninguno de los dos les gustara demasiado—, especialmente en el rostro. Pareció que iba a decir algo, pero Mike lo interrumpió.8 —¿ Además, cada vez que ese hombre decía algo, todo el mundo se quedaba en silencio. Palidece. —Dios, no. El mundo no existe antes de las nueve a.m., ¿
Son las nueve y treinta, estoy una hora tarde para el entrenamiento. Su madre lo miró con una mueca que parecía de disculpa.4 —Ha llegado hace una hora por sorpresa, cariño. —preguntó Ross, asomando la cabeza a la cocina que había al lado.360 La madre de Ross levantó la cabeza cuando nos oyó llegar. Me encogí con un solo hombro mientras miraba a la pantalla de televisión que estaba viendo Cayman. Miré la pantalla con los ojos entrecerrados.28 Efectivamente, su coche apareció delante de mi edificio cinco minutos más tarde. Sus ojos aún no se habían separado de mi cara-. Parpadeé para eliminar la humedad de mi ojos. Y mi hermana mayor no vive en mi casa. Una compañera vuestra de clase que ha entendido que la cultura, la educación y la urbanidad son la mayor arma de nuestra sociedad: Ginevra Biro. Su padre. Ese hombre que lo trataba así. Ni siquiera yo, que era bastante insegura, había llegado a ese nivel de celos.183 Estuve a punto de soltar una palabrota cuando noté que mi móvil vibraba, pero me detuve en seco cuando vi que era Ross. —¿Vas a ir a ver a ese Jack Ross? Apreté los labios por el grito.2 —¿
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