Aquí la tuvo Túnez para firmar el 1-1 en el último suspiro de la primera parte. Era así, fiel a sus convicciones, y eso no gustaba a parte de la prensa; les resultó imposible manejarle a su antojo y procedieron con una crueldad inhumana. Aunque entre el barcelonismo existe el mito de que es una equipación que trae mala suerte, cabe recordar que es la que utilizó el equipo para derrotar al Athletic Club en la final de la Copa de la temporada pasada, por 4-0, o en la exhibición en Nápoles de este año, en un partido que acabó con un 2-4 en el marcador.